En este artículo, te explicaremos cómo eliminar el thermal throttling y así mejorar el rendimiento de tu equipo para que esto no ocurra y no te suponga un mayor problema.
A lo largo del artículo describiremos qué es el thermal throttling, por qué ocurre y distintos elementos que lo producen y cómo poder solucionarlo.
¿Qué es el thermal throttling?
El thermal throttling es un fenómeno que ocurre habitualmente en ordenadores, pero también en cualquier otro dispositivos electrónicos como, tablets y smartphones cuando se sobrecalientan y llegan a sufrir un estrangulamiento térmico.
En principio partimos de que hay que tener en cuenta que cuando alguno de los componentes de un dispositivo se sobrecalienta, su procesador tiene la capacidad de disminuir su velocidad para evitar daños al bajar la capacidad de trabajo y por ende, bajará el rendimiento.
Esto se llama thermal throttling, o limitación térmica y ocurre principalmente sobre la CPU y/o GPU.
El thermal throttling puede tener un impacto significativo en el rendimiento de tu equipo, si tu ordenador o smartphone se sobrecalienta, lo normal es que experimentes una disminución en el rendimiento por la bajada de la velocidad del procesador, así como la capacidad de respuesta.
Por otra parte también tenemos que tener en cuenta que altas temperaturas afecta a la vida útil de los distintos componentes, más allá de que éstos puedan sufrir averías.
¿Por qué ocurre el thermal throttling?
El thermal throttling ocurre cuando el dispositivo se sobrecalienta. Esto puede ser causado por una variedad de factores como:
- Uso excesivo del procesador.
- Una ventilación insuficiente en la caja (air flow).
- Un sistema de refrigeración de CPU inadecuado (cooler con baja disipación).
- Un sistema de refrigeración de CPU en mal estado (pasta térmica de mala calidad, ya pasada o ambas cosas).
- Obstrucción en el sistema de refrigeración.
- Todos los anteriores.
Cuando el dispositivo se sobrecalienta, el procesador disminuye su velocidad para evitar daños. Esto puede afectar el rendimiento de tu equipo y hacer que se vuelva más lento y menos sensible.
¿Cómo eliminar el thermal throttling?
Para eliminar el thermal throttling y mejorar el rendimiento de tu equipo, hay varias cosas que puedes hacer:

- Limpiar el polvo y la suciedad del sistema de refrigeración. Esto puede mejorar la ventilación y reducir la temperatura del equipo.
- Utilizar un disipador de calor o una almohadilla de enfriamiento. Estos dispositivos pueden ayudar a reducir la temperatura de tu equipo y evitar el thermal throttling.
- Reducir el uso del procesador. Si tu equipo está sobrecalentándose debido a un uso excesivo del procesador, puedes intentar reducir el uso o cerrar aplicaciones que no esté utilizando.
- Ajustar la configuración de energía. Si tu equipo se sobrecalienta debido a una configuración de energía incorrecta, puedes ajustarla para reducir la temperatura y evitar ese thermal throttling.
Cuál es la temperatura máxima de trabajo de un procesador
La temperatura de la CPU y GPU es un factor crucial para el rendimiento y la vida útil de cualquier ordenador y tarjeta gráfica.

En este caso nos centramos en la CPU del ordenador, y veremos lo importante que es entender cuál es la temperatura normal de la CPU y cómo monitorearla para garantizar un funcionamiento óptimo del sistema explorando el rango de temperaturas normales de la CPU y proporcionaremos pautas sobre cómo mantenerla dentro de límites seguros.
Conocer el rango de valores normales
Para estimar si la temperatura de la CPU es normal, primero debemos conocer su margen de tolerancia, es decir, su rango de valores normales.
Hay varios factores que influyen en este rango y no solo depende de condiciones externas como la ubicación del ordenador o la temperatura ambiente, sino también del tipo concreto de procesador.
Uso reducido del procesador (funcionamiento normal): entre 30° C y 50° C
Cuando el procesador está funcionando en condiciones normales, es decir, con poca carga de trabajo en un uso reducido como sería navegar por internet, enviar correos electrónicos o realizar tareas de oficina livianas, la temperatura de la CPU debe oscilar entre 30°C y 50°C. Estos valores son considerados normales para la mayoría de los procesadores.
Es importante tener en cuenta que los rangos de temperatura pueden variar ligeramente dependiendo del fabricante y del modelo específico del procesador. Siempre es recomendable informarse sobre la temperatura normal de la CPU en cuestión.
Uso elevado por programas de alto rendimiento: hasta 95 °C
Cuando se ejecutan programas o tareas que requieren un alto rendimiento de la CPU, como juegos o software de edición de video, es normal que la temperatura se eleve ante la elevada carga de trabajo que requerirá el uso de todos los núcleos del mismo.
En estas situaciones, las temperaturas de la CPU pueden alcanzar hasta 95 °C, siendo ya temperaturas límite y no muy adecuadas para trabajar (que grima, jajaja), que aunque los procesadores más modernos estén diseñados para trabajar a esas altísimas temperaturas de manera segura siempre que no excedan de esos límites, se han de intentar mejorar esos valores, por Dios.
El funcionamiento prolongado de la CPU a temperaturas muy altas afecta al rendimiento y la vida útil del procesador. Por lo tanto, es recomendable intentar conseguir temperaturas bajo control y en esto una adecuada ventilación del sistema (air flow de la caja) y refrigeración del propio procesador con el cambio a un buen cooler y una buena pasta térmica se podrán obtener valores mucho mejores bajando incluso 30 ó 40º C.
No se deberían superar nunca los 100 °C, como temperatura máxima
Aunque las temperaturas elevadas son aceptables en ciertas situaciones de alto rendimiento, es de vital importancia evitar que la CPU alcance temperaturas extremadamente altas. La temperatura máxima que nunca se debería superar es de 100° C / 105º C a los que llegan como máximo algunos modelos de Intel y AMD. Sobrepasar este límite puede ocasionar problemas graves, como el deterioro de los componentes y posibles fallas en el sistema, si bien como vemos en el artículo los mismos incorporan un sistema de protección para bajar las frecuencias.
¿Cómo monitorear la temperatura de la CPU?
Es importante monitorear la temperatura de la CPU en alguna ocasión para conocer el estado de nuestro equipo y asegurar que el funcionamiento es seguro.
Se puede utilizar software de monitoreo que muestra toda esa información o en las opciones del sistema operativo que suelen mostrar datos aunque más básicos.
Algunas opciones populares para monitorear la temperatura de la CPU las puedes encontrar aquí:
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¿Todos los procesadores llevan un sistema de protección de temperatura?
Sí, la mayoría de los procesadores tienen sistemas de protección contra la temperatura, por tanto, si la temperatura del procesador alcanza un nivel peligroso, el sistema de protección se activa para evitar daños en el procesador.
Estos sistemas de protección incluyen “thermal throttling” y “autoapagado”, pero hubo algunos modelos hace años de Intel y AMD que no disponían del mismo, lo que hacía que éste llegara incluso a quemarse.
En el video comentan el caso de un procesador AMD que tras llegar a 200ºC comenzó a arder y el YouTuber quiere reproducirlo en su micro para ver si puede emularlo.
Bajada de frecuencias en procesadores Xeon
Los procesadores Xeon también están sujetos a esa «protección» que limita las frecuencias y por tanto con una bajada en el rendimiento.
En los casos de los Xeon de la serie V3 en los que se les puede realizar el hack al turbo a fin de que todos los núcleos trabajan al 100%, esto se observa mejor.
Dependiendo del modelo de Xeon V3, algunos soportan cargas de trabajo al 100% sin bajar frecuencia y rendimiento, otros Xeon sin embargo no pueden mantener la frecuencia máxima de trabajo en todos los núcleos cuando realizamos diferentes test de estrés e irán bajando progresivamente según van procesando, otros directamente limitan todos los núcleos a menores frecuencias.
También dependerá del programa que se utilice para hacer estas pruebas y aunque en todas se sometan al 100% de uso de CPU en todos los núcleos, según las instrucciones con las que se realizan los test, los procesadores Xeon aguantarán o bajarán el rendimiento en las mismas.
En el caso de los Xeon la protección es más bien una limitación de su diseño de ingeniería, pues estos procesadores no están pensados para trabajar a altas frecuencias y en escenarios de plena carga de trabajo, lo normal es que no alcancen temperaturas mayores de 70ºC.
Como digo, depende del modelo y es una cuestión de limitación de hardware y cada modelo tiene su diseño y forma de trabajar distribuyendo la carga a los distintos núcleos.
Por otro lado está la opción (SVD / FIVR) para introducir microcódigos que quitan la limitación de consumo del procesador (TDP), pero los resultados no son buenos, solo se aprecia mayor consumo de energía sin mejores resultados en rendimiento y la temperatura no sube especialmente.
En mi experiencia personal y trasladándonos al presente inmediato (en el pasado freía huevos fritos en los AMD de turno, si), y puesto que desde hace ya unos pocos años trabajo con Xeon, no se lo que son esos problemas de temperatura que otros muchos usuarios, si bien, si puedo decir algo.
Con el Xeon 1660v3 al hacerle overcloking a frecuencias superiores a los 4 GHz, si me pasaba, ahí directamente ni arrancaba, pero cuando rulaba, ver temperaturas de 75º C no era para mi, jajaja.